Como todos los pueblos de las sierras huanuqueñas del Alto Marañón,Tantamayo parece colgado entre los imponentes abismos y quebradas tapizadas de campos de cultivo.
Tantamayo era un pueblito tan inaccesible y feliz que cuando llegó la televisión y vieron las primeras imágenes con las noticias, sus habitantes no podían creer que había tanta maldad en el mundo.
-Seremos zonzos, pues -dijeron los primeros habitantes que enfrentaron la caja boba.
Como todos los pueblos de las sierras huanuqueñas del Alto Marañón, Tantamayo parece colgado entre los imponentes abismos y quebradas tapizadas de campos de cultivo. Están muy cerca al cielo y a casi 3,500 metros sobre el nivel del Mar de Grau.
Su hermoso paisaje de campiñas serranas sólo es afectado por esa serpiente de tierra afirmada que trae los autos luego de siete horas de camino desde la ciudad de Huánuco hasta este bellísimo rincón de la provincia de Huamalíes. Sus habitantes son hospitalarios por naturaleza y compiten entre ellos por halagar al visitante con su célebre sopa verde y un reconfortante "calientito" de aguardiente suavizado con limón y unas yerbas secretas que heredaron de sus abuelos.
Pero la televisión también trajo la imagen de los rascacielos neoyorquinos y esa imagen quedó prendada entre sus pobladores a la hora de explicar las enigmáticas construcciones de varios pisos de altura ubicadas en las cimas de las montañas vecinas. -Nosotros también tenemos nuestros rascacielos -dicen ahora no sin orgullo- pero son los más antiguos del mundo. Y no les falta razón. Los restos arqueológicos de Sussupillo y Piruro son el principal atractivo turístico de la zona y los más visitados por los turistas que llegan a Tantamayo.
Ambas construcciones son las más cercanas y monumentales, pero en toda la provincia de Huamalíes se han identificado 81 imponentes restos arqueológicos adjudicados a la mítica civilización Yarowilca, bautizada así por el cronista indio Felipe Guamán Poma de Ayala. Tantamayo y el reino de los Yarowilcas son ignorados en los textos escolares y en los catálogos turísticos del Perú, pero figuran como un provocador destino de aventura en las principales guías turísticas internacionales. Sin embargo, no son pocos los historiadores y arqueólogos que investigaron la zona de influencia Yarowilca, una cultura de aguerridos montañeses con afanes imperiales que llegó a dominar una extensa zona que comprende parte de los actuales territorios de Cajamarca, Huánuco, Ancash, Lima (en las provincias de Cajatambo, Canta y Huaral) y Pasco. Al viajero francés Bertrand Flornoy se le considera su "descubridor" luego de recorrer toda la zona durante treinta años.
Flornoy identificó la zona de expansión Yaro, realizó estudios que confirman una antigüedad de casi tres mil años y aseguró que su capital fue Tantamayo. Julio C. Tello, por su parte, no tuvo tiempo para investigar a fondo pero vislumbró su importancia y recomendó estudiar a la cultura de los misteriosos rascacielos. Al parecer, los constructores de Tantamayo serían una de las culturas más antiguas del Perú, que se habría gestado durante cientos de años, llegando a niveles de complejidad social y tecnológica muy altos, siendo capaces de edificar no una sino decenas y quizás cientos de construcciones de hasta 6 pisos, con escalinatas interiores en forma de caracol, algo que los incas no pudieron, o no quisieron, repetir. De Sussupillo y Piruro se dice que pudieron ser bastiones guerreros por su estratégica ubicación, pero hay quienes aseguran que los "edificios" fueron recintos sepulcrales.
Alberto Bueno Mendoza ratificó el área de expansión Yaro pero desestimó a Tantamayo como su capital. Kauffman Doig sostuvo que los Yaros se formaron luego de la desintegración de los Tiahuanaco-Huari, mientras que Waldemar Espinoza postuló que los Yaros construyeron el Gran Pajatén. Esta hipótesis, empero, fue descartada por Duccio Bonavia. Según el arqueólogo Alberto Bueno Mendoza, la influencia Yaro sobre los Chachapoyas no ha sido estudiada, pero no descarta que pudieran haber existido relaciones comerciales, incluso mencionó que en las últimas exploraciones realizadas por el arqueólogo Miguel Angel Cornejo junto a Gene Savoy se localizaron nuevos restos Chachapoyas, que demostrarían un desplazamiento de los Chachapoyas hacia la sierra de La Libertad (frontera con Huánuco). El enigma continúa. Las ciudadelas, templos, palacios y fortalezas de los Yaros son realmente espectaculares y merecen ser estudiados e incorporados dentro de circuitos ecoturísticos, ampliando así la frontera turística de nuestro país.
Hoja de ruta
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Para llegar a Tantamayo hay dos vías; la primera consiste en ir de Lima a Huánuco por la Carretera Central (8 a 9 horas) y de allí siete horas más hasta Tantamayo.
La segunda es tomando los buses que van de Lima a La Unión y de allí a Tantamayo. Su terminal está en el centro de Lima, en la calle Ayacucho 942, la más recomendable es la empresa Cavassa, todos salen a las 5:00 pm, salvo la
empresa Armonía (calle Leticia 630) que tiene servicio a las 12 y a las 5 pm. De La Unión a Tantamayo parten combis todos los días a las 5:00 am (junto a la agencia de Cavassa).
También es posible tomar las combis de La Unión a Tingo Chico, y allí esperar los buses que van desde Huánuco a Tantamayo. Existe también el servicio directo Lima-Tantamayo, de la empresa Estrella Polar (Av. Luna Pizarro 330).
sábado, 12 de diciembre de 2009
TANTAMAYO Y EL MISTERIO DE LOS YAROWILCAS
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2 comentarios:
Gracias por el tips, ya tengo mucha curiosidad de visitar.
Hola!
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